martes, 19 de marzo de 2013

Jesús Adrian Romero y la doctrina

El pasado 18 de Marzo 2013, Jesús Adrian Romero colocó en su twitter un comentario que me gustaría abordad sobre el tema ‘La Doctrina”. Primero; citemos las palabas que este hermano en la fe nos expresa a través de su página en facebook:  

“Hereje y Apostata”
Al leer mi último comentario muchos me llamaron hereje, apostata, ecuménico, satanista, hijo del diablo, con boleto al infierno, y me falta espacio para continuar con todos los calificativos (No se preocupen, no me siento ofendido). La verdad es que al leer los comentarios no puedo evitar pensar que muchos cristianos no piensan cuando leen, tienen visión de túnel en los temas espirituales, son hostiles, sentenciosos y crueles. El comentario que hice fue: “Dios no está obsesionado con que tengamos la doctrina correcta, pero si el corazón

 Ahora en primer lugar quiero felicitar a todos aquellos ‘hermanos’ en la fe que se dieron a la tarea de criticar, acusar, ofender y de mandar al infierno a Jesús Adrian Romero. Solo me pregunto; ¿cuál es la doctrina que ellos profesan? Ya que se lanzan con todo en contra de un hermano lavado con la sangre de Cristo ¿quizás protegiendo sus doctrinas? No, no estoy en defensa de mi hermano pues él no necesita defensores ya que tiene su propio juez, a nuestro Señor Jesucristo, pero considero que un comentario más al respecto no está de más. Por eso, aquí vengo con el mío.  

El comentario original de JAR fue; Dios no está obsesionado con que tengamos la doctrina correcta, pero si el corazón”. Una mirada detenida a este comentario me indica a simple vista que este no ofende a ninguna persona, tampoco ataca a iglesias ni mucho menos sus doctrinas por lo tanto no cabe aquí la insensatez ofensiva ni defensiva sobre este hermano. Y si no está de acuerdo conmigo, entonces dígame; ¿cual doctrina es aquí mencionada y porque usted se ha ofendido? Lo que JAR aquí resalta es dicho en mis palabras; “que a Dios le interesa el corazón correcto” y este es bíblico (Sal. 51:10).

Ahora abordemos el tema “La Doctrina” para aquellos que quizás no comprenden la delicadeza de este tema.

¿Qué es doctrina?

Es un conjunto de ideas o normas políticas, sociales o religiosas que rigen la manera de pensar o de obrar y que son defendidas por un grupo de personas.1 -Esta es la definición de ‘doctrina’ y con esto en mente les invito a aplicarla dentro de la iglesia cristiana.

Lamentablemente, al tratar de unificar a la iglesia cristiana nos encontramos con un ‘tabú’ tan grande pues los cristianos diferimos mucho en cuestiones doctrinales como estos ejemplos que muchas veces causan discusión y disgustos: Que si hablas ó no hablas lenguas, que si te bautizas por inmersión o por aspersión, que si pecas te caes de la gracia, que si diezmas ó no diezmas, etc… como un ejemplo de las diferencias doctrinales el libro de Hebreos nos da un buen ejemplo de las diferencias doctrinales, veamos:

Hebreos 6:
1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, 2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite”

¿Sabía usted que cada denominación puede tener diferente doctrina?

¡Ups! Ahora quizás me van a criticar igual que lo han hecho con JAR por lo que les voy a decir pero cada denominación tiene sus doctrinas las cuales pueden o no ser compatibles con las otras denominaciones cristianas, ¿cierto? Aquí es donde caben las palabras de JAR y es que por más que los cristianos estemos discutiendo doctrina, Dios nos mira como niños peleando. Radicalismo es el término dañino para describir estas diferencias.

 NO, no soy ecuménico; Si usted así lo pensó, se lo aclaro inmediatamente, ¡no soy ecuménico! Soy un Cristiano que ama a Dios y me intereso por la salvación de las almas que no conocer a Cristo como su Señor y salvador. Al decir que no soy ecuménico también aclaro que en muchas de las ‘doctrinas’ de mis hermanos cristianos en la fe pueda que tampoco yo esté de acuerdo con ellos pero esto no me da el derecho de criticarlos ni mucho menos ofenderlos. Para ello existe la apologética2 que utilizada bajo un marco Bíblico puede utilizarse para defender la verdad. Es decir que cada punto doctrinal debe rebatirse con las escrituras y no con la furia pues en lugar de defender lo que las escrituras enseñan terminaras batallando por defender ‘tu doctrina ó la doctrina de tu denominación’.

La Doctrina de Cristo:

Si realizamos una búsqueda en las escrituras nunca encontraras que Jesús dijo “esta es mi doctrina” lo que Jesús nos dio fueron enseñanzas sobre cómo puedes tratar con la vida terrenal y espiritual. La escritura es simplemente es la revelación de Dios para la humanidad. A través de ella, usted conoce de Dios; sus deseos, su carácter, su temperamento y su gran amor. Además nos revelan dos cosas importantes:

San Juan 17:

3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

San Juan 14:

6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí

 Concluyendo;

Como siempre me pasa, quisiera escribir y escribir pero no terminaría nunca, pero no quiero finalizar sin decir que; ‘las doctrinas’ no vienen a ser más que cargas impuestas en el corazón de las personas por seres humanos. La fidelidad a Dios y el respeto al prójimo encierran todos los mandamientos de Dios.

San Mateo 22:

37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Gracias por leer mi blog y espero que aprendamos la lección de no emitir juicios equivocados.
Que Dios te bendiga.

Nota:

En este escrito no he discutido doctrina alguna, pero sus comentarios son bienvenidos.

Gustavo E. Acevedo
www.levantateybrilla.com
“yo apoyo el matrimonio’

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http://tinyurl.com/d8n9pqv

 


Hay muchos cristianos que si hacen esto, juzgan y sentencian a todos aquellos que no creen como ellos y eso es exactamente lo que hacían los fariseos en los tiempos de Jesús, pero Jesús no tenia esta obsesión; aunque cumplía la ley, hubo ocasiones en la que no la cumplió; como no permitir que apedrearan a la mujer adultera, aunque la “Doctrina” decía que lo debían de hacer. En un par de ocasiones permitió que las personas violaran la “Doctrina” de guardar el sábado, diciendo que “El sábado había sido creado por el hombre y no el hombre por el sábado”, declarando con esto que el hombre era mas importante que la doctrina. (Se que esto causara controversia)
La realidad es que podemos creer todas las cosas correctas y estar perdidos, podemos creer todas las doctrinas y estar muy lejos de Dios, por eso Jesús se enfoco tanto en el corazón.
Tomo la “Doctrina” “De aquellos tiempos y la volteo de cabeza” Con el famoso: “Oíste que fue dicho, pero yo os digo”, y al hacer esto, empezó a concentrarse en el corazón: “Si codicias a una mujer en tu corazón, ya adulteraste” “Si te enojas con tu hermanos es como si lo hubieras matado” (Versos parafraseados) Cuando le preguntaron a Jesús cual era el mandamiento mas importante, o en que se resumía la ley o “Doctrina” Los fariseos esperaban una regla para seguir juzgando a la gente, pero Jesús respondió que tenia que ver con el corazón, amar a Dios y amar al prójimo.
Creo que en el cielo habrá muchas personas que ignoraron ciertas doctrinas y que se equivocaron en otras, pero amaron a Dios con todo su corazón, amaban al prójimo, eran compasivos y trabajaban a favor de la justicia.
Entiendo que para la mayoría de los que están obsesionados con la doctrina esta explicación no les será satisfactoria, pero mi deseo es que la iglesia poco a poco abandone el legalismo y la religiosidad que nos vuelve irrelevantes y amargos.
Con amor
Jesús Adrián Romero
Bibliografia

Facebook: https://www.facebook.com/#!/jaroficial


1
Doctrina: http://es.thefreedictionary.com/doctrina


2
apologética; Tiene por objeto exponer las pruebas y fundamentos de la verdad.