sábado, 29 de marzo de 2014

Dios es tu ayudador


Recuerdo que hace un tiempo escuche esta pequeña historia; era una niña de unos seis anos que un día hizo un dibujo y muy emocionada se lo presento a su papá. Eran dos personas una arriba y otra abajo unidas por dos largas líneas.

Su padre miro detenidamente el dibujo y no pudo comprenderlo por lo que le preguntó a su niña que eran esas figuras. La niña con un rostro muy de decepción le dijo que la persona de arriba era Dios y que la de abajo era ella ¿y que  son esas líneas tan largas? Pregunto el papá. Son los brazos de Dios agarrando los míos; replico la niña.


Su papá entonces le dijo que los brazos eran demasiado largos, a lo que la niña le respondió; es que tú me has dicho que las manos de Dios llegan siempre hasta nosotros.

Que lección recibió el olvidado padre de su pequeña hija. A veces predicamos que la mano de Dios nos alcanza y nos protege pero nos olvidamos de practicar esa gran verdad.


Isaías 59: 1 dice; “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar”


Cuantas personas en el mundo se han olvidado de esta gran verdad y por consiguiente han vivido y continúan viviendo sin la ayuda ni la dirección de Dios. No hay cosa más triste que vivir alejados de Dios y llevar las cargas de la vida sin una mano ayudadora.


Amigo déjame preguntarte; Si este fuera el último momento de tu vida en el cual tienes la última oportunidad de responder a esta pregunta; Si volvieras a vivir la vida ¿Qué es lo que más te gustaría hacer?, ¿Qué responderías?


Bueno, entre las muchas respuestas quizás encontraremos estas respuestas;
-Me gustaría haber tomado aquellas oportunidades que por miedo no las tomé. Creo que otro diría; que no volvería a tomar licor.


Otros hablarían sobre; No volvería a dejar a mi esposa, Y respuestas así por este estilo.

La lista podrá ir creciendo y creciendo y muy pocos o casi nadie diría; “Creo que si volviera a vivir buscaría un encuentro sincero con Dios lo antes posible para caminar con El hasta el último momento de mi vida”.


Caminar con Dios es algo que por la misma naturaleza pecaminosa que habita en todo ser humano se nos escapa de nuestro pensar, Y transcurrimos viviendo años de nuestra vida enfrentando una serie de dificultades que al lado de Dios hubieses sido superadas y que en lugar de dificultades hubieses sido más bien bendiciones para nosotros.

Esa pequeña niña de la historia que les he comentado nos recuerda claramente la promesa de Dios para tu vida; La mano de Dios no se ha acortado, siempre ha estado extendida para socorrerte pero te has olvidado de ella.

Las palabras del profeta Isaías nos ensenan dos cosas muy importantes; La primera es “que la mano de Dios es salvadora”, es decir tu encuentro con Dios si lo haces a través de su hijo nuestro Señor Jesucristo es para salvación eterna.

La vida de pecado y el alejamiento de Dios traen consecuencias desastrosas y al final de tu vida encuentras la condenación eterna. Jesucristo vino para salvarte para que confiando y creyendo en El tengas la vida eterna. Al final de todo qué importan las cosas terrenales si ninguna de ellas te llevaras en el día de la muerte.

Como dice la escritura; “De que le sirve al hombre si ganará el mundo y perdiere su alma” (Marcos 8: 36).

La segunda cosa importante que Isaías nos muestra es que; “la mano de Dios es también para socorrerte”. En la vida encontrarás caminos difíciles y dificultades que no muestran salida ¿a quién entonces puedes acudir? Si no a aquel que ya conoce el camino, ese es Dios.


No importa que tan lejos creas que Dios esta, El siempre está a tu lado, su promesa es; “Jehová va delante de ti, el estará contigo, no te dejara, ni te desamparara, no temas ni te intimides” (Deuteronomio 31: 8).

Personalmente yo no sé en qué momento de tu vida llegan estas palabras para ti pero Dios si sabe. Si te encuentras atravesando situaciones en las cuales no encuentras salida alguna debes de recordad la historia de esa niña; la mano de Dios llega hasta a ti, sujétate a ella, agárrala y Dios agarrará la tuya. Si en algún momento de la vida sientes caer, ¡la mano de Dios te sujetará!

 Vuelve hoy mismo a Dios a través de recibir en tu corazón a su hijo nuestro Señor Jesucristo pues no hay otra forma de acercarse a Dios más que solo por medio de Jesús. Él es quien murió en la cruz del calvario por ti y por mí, El es quien derramo su sangre para perdonarte, El es el que te acerca a Dios, El dijo; “Porque yo soy el camino, y la verdad, y la vida; y nadie llega al Padre, si no es por mi” (San Juan 14:6)

Ahora que has leído esta nota, dile a Dios estas palabras con sinceridad y de lo profundo de tu corazón;


“Dios, me acercó a ti por medio de tu Hijo El Señor Jesús a quien ahora yo le recibo como mi salvador personal. Perdona todos mis pecados y ayúdame en todos los caminos de mi vida. Gracias Padre por enviar a tu hijo a este mundo a morir por mis pecados y a darme la vida eterna. En el nombre de Jesús, ¡Amén!

De ahora en adelante confía que Jesús el hijo de Dios es tu gran amigo, agárrate de él.

-Si esta nota ha llegado a tu corazón, házmelo saber escribiéndome.

Este escrito forma parte de la colección “Escritos Para El Alma” Vol 1 por Gustavo E. Acevedo

 
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3 comentarios:

  1. http://www.catolicidad.com/2013/02/de-la-mala-confesion-por-san-antonio.html

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  2. Monseñor Delassus:

    “Satanás odia al Verbo Encarnado. Por lo tanto, debe esforzarse para trasladar ese odio al corazón de aquellos que el Verbo Encarnado tomó como hermanos.

    Hasta el siglo XVIII, no se había atrevido a proponer públicamente ese odio. Finalmente encontró a Voltaire y, por medio de él, pudo dar esta consigna a toda una Secta expandida por el orbe terrestre: “Destruyamos, destruid al infame”. “El infame” es Aquél que se ha hecho Hombre para salvar al hombre y que se ha hecho Pan para alimentarlo: se trata de Jesucristo, Hijo único de Dios.

    El odio a Cristo: esta es la suprema tentación presentada a la humanidad rescatada, la última prueba por la cual debe pasar; y esta prueba es aquella a la que la Revolución la somete en el momento presente”. (“Le problème de l’heure présente”, 1906; pág. 44)

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  3. http://youtu.be/lQtw8BkuV2M
    PRECIOSA SANGRE


    http://jesusenvosconfio.wordpress.com/2011/03/06/8/#comments

    divina misericordia

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